Yo llegué a
Noticaribe por Sergio Caballero y nadie más. Comencé a escribir en febrero de
2016. Sergio me dio la consigna de que mediante el periodismo cultural y de
combate, se reivindique la historia regional de la Península, que se vuelva a
repensar los temas de la historia peninsular, y que se dé el justo lugar a la
Guerra de Castas como el hecho histórico inobjetable que dio origen al Quintana
Roo actual.
En las pláticas que durante cuatro años he sostenido vía telefónica con Caballero, pude aprender lo que en ninguna
escuela de periodismo aprendería: como maestro de origen, como periodista que
ha seguido los postulados de su tan querido y admirado Julio Scherer García, con
Caballero le agarré cariño a la escritura del día a día, aunque mis temas a
veces eran de largo aliento por las cuestiones históricas que comentaba.
Diseccionamos, por supuesto, la historia política, y el Noticaribe de Sergio
Caballero me dio la oportunidad de combatir las enfermedades políticas
tropicales, los autoritarismos cerriles de los años del Felixismo-borgismo, buscando
siempre la opción hacia los caminos de la democracia en el estado. En cuatro
años, los temas que tocó mi teclado fueron innumerables: retazos de diarios
etnográficos, visiones del Hondo, de pueblos y de fronteras de Quintana Roo,
análisis del caciquismo obtuso, confrontaciones con los tótems de la política
local, efemérides, en busca de la Guerra de Castas y sus caudillos, los
periodos económicos, el turismo y la Xcaret-ización de Mayaland con sus “travesías
sagradas mayas”. Todos estos temas, fueron compenetrados, reforzados y
aquilatados por el olfato periodístico de Caballero, ¿cómo hacer atractiva la
escritura de un historiador en la cotidianidad de la prensa digital de un
estado turístico? Caballero era la respuesta a esa pregunta.
Ese fue el reto que se me planteó, y
creo que la mancuerna que realizamos –y me jacto por lo que diré-, muy pocas
veces se volverá a repetir en la historia tan liviana, ignorante y chabacana del
“periodismo” boletinero que aún se destila en Quintana Roo. La dimensión
peninsular unió a Noticaribe hasta el punto de tener altos niveles de audiencia
nacional y ser un referente obligado para la historia de los procesos de
democratización en el Caribe mexicano. El Noticaribe de hoy fue fruto de un
esfuerzo colectivo de periodistas, reporteros, editorialistas y tantos que
estuvimos bajo la égida de Sergio Caballero. Parafraseando las frases de otros
periodistas que en anteriores tiempos igual fueron presa de las fiebres
energúmenas de los traidores de la libertad de expresión, diremos que nuestra
exigencia de un periodismo responsable y libre y libertario, único de veras, útil a la sociedad quintanarroense, fue
sostenida por el Noticaribe que representaba Sergio Caballero.
Esto nadie
nos lo va a quitar, y uno se siente orgulloso de pertenecer a dicha historia.
Pero hoy de eso poco quedará, los peninsulares ya no estaremos. Y con esto me
despido del viejo Noticaribe del tabasqueño Vicente Carrera, pero nos vemos en
el Nuevo Noticaribe del peninsular Sergio Caballero. Hasta pronto.
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