lunes, 20 de julio de 2020

Gitanos en el pueblo




Aún recuerdo que a fines de la década de 1980 los gitanos acostumbraban llegar al pueblo, venían para diciembre o para los días de cuaresma. En uno de sus cuentos, el gran Joaquín Bestard cuenta de estas trashumancias de gitanos por toda la geografía encantada de la Península y de Nuestra América, como García Márquez nos lo hizo saber. A propósito de García Márquez, cuando el fabulador de Aracata murió, escribí esta anécdota de los gitanos en Yucatán:

 "En las novelas de García Márquez, los gitanos volaban con sus esteras por las calles de Macondo. En mi pueblo, los gitanos llegaron hasta finales de 1980, siempre pidiéndoles las manos a los hombres, las gitanas de tetas poderosas para que pudieran leer en ellas con sus miradas de Casandra, o para que untaran de caricias vaporosas, sus ubres capaces de amamantar hasta a un regimiento completo".

La fotografía es del Diario de Yucatán, de 31 de agosto de 1941. Y la localidad a la llegaron era Tecoh. Según la nota, algunos se dedicaban "a decir la buenaventura".

Los motivos de Raimundo Chi: "Solo la guerra purificaría todas las injusticias que los blancos han cometido contra nuestro pueblo"

Si Tzucacab fue el pueblo de la firma de aquel tratado, en Peto la cosa se recompuso. Días después de que el Cura Vela y Pat lo suscribieran...

El autor de este blog

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