sábado, 17 de diciembre de 2022

Alegrémonos el corazón, que el hijo del hombre ha encarnado en Belén





Escrito en varios momentos que van de 2012 a 2021:

El mundo cristiano celebra el nacimiento de Jesucristo, nacido en un establo (otros dicen que una cueva), en la humilde aldea de Belén. Su nacimiento vendría a cambiar la historia de la humanidad, y muchas de las enseñanzas del Cristo, sin duda que pasan por una muestra marxista de las mejores ideas para cambiar el destino de la humanidad sufriente, liberándolos.
Y no digo "feliz navidad" por respeto a los descreídos del dogma católico, por respeto a los paganos, y por respeto a los que hoy no tendrán ni paz, ni navidad, ni calor, ni nada: los solitarios, los pobres (de espíritu y de lo otro), los muertos, nuestros muertos, y la inmensa masa de desheredados, de los omitidos y explotados. Jesús, el comunista de Belén, fue uno de ellos, nacido en un mísero pesebre, el Papa Francisco nos lo recuerda. Y esta "raza de víboras" que ve estos días como día de juerga, comilona y borrachera colectiva, que lo haga, pero no en nombre del comunista de Belén...


500 años de cristianismo en América y Jesús está en todas las tribus del mundo. Él lo profetizó y lo mandó a sus primeros discípulos: vayan y prediquen la palabra, lleven solo una túnica y un cayado, aprenderán a hablar todas las lenguas del mundo y mi nombre será oído en lo más recóndito de la tierra. Es el Cristo comunista que dio su vida por los hombres y mujeres de buena voluntad y que enseñó a repartir el pan y los peces entre hermanos, y que prefirió a pecadores y a los pobres de la tierra, que a dechados de virtudes y usureros del hambre, esos sepulcros blanqueados donde ni cardos ni abrojos florecen. Se celebra el nacimiento del Salvador del mundo -la fecha puede estar a debate, pero el convencionalismo católico establece este día-, y aunque unos hablen de saturnalias o fiestas paganas de solsticio de invierno, este día es importante para los que creemos en los nuevos Evangelios, en las enseñanzas que dejó el niño que nos nació en Belén hace 2021 años y que se resumen en La regla de oro que se lee en un pasaje del Evangelio de Mateo:
"No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; la pisotearán y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas..."
Hoy es un día de regocijo, y aunque mi corazón este triste porque las alegrías de mi vida están ausentes físicamente -pero nunca en mi mente y corazón-, bendigo los días porque sé que hay esperanza para los hombres y mujeres de buena voluntad.

sábado, 3 de diciembre de 2022

Hablaban la lengua del desierto



Hace más de un lustro, platicando con mi amigo Alex Medina y mi maestro de secundaria Fernando Espinosa, surgió el tema recurrente del chicle y del paso de los "turcos" por el pueblo.
Alex, instintivo lector de historia cultural, me dijo que a él le gustaría leer, no historias pomposas o ceremoniosas, sino de la vida cotidiana del pueblo.
Por ejemplo, me contaba Alex la anécdota de las pláticas de tarde y noche de dos hijos del Líbano que se asentaron en el pueblo de Peto a principios del XX, y que, peripatéticos, daban vueltas alrededor de la plaza principal y platicaban sobre sus cosas y negocios.
¿Qué de portentoso tiene que dos libaneses, don Salin Memeri y su hermano, le den la vuelta a la plaza principal del pueblo? Nada, dice Alex, salvo que hablaban en su lengua milenaria del desierto, y eran oídos por el pueblo que, la mayoría, hablaba otra lengua no menos milenaria: el maya.
Recordemos que don Salin y su hermano llegaron oliendo el dinero, cuando el chicle había convertido en una Babel tropical al pueblo.

Los motivos de Raimundo Chi: "Solo la guerra purificaría todas las injusticias que los blancos han cometido contra nuestro pueblo"

Si Tzucacab fue el pueblo de la firma de aquel tratado, en Peto la cosa se recompuso. Días después de que el Cura Vela y Pat lo suscribieran...

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