“Si queremos que todo siga como está,
es necesario que todo cambie”. Lampedusa.
Como
“el Vargas” de La Ley de Herodes y de La Dictadura Perfecta, el Vargas de Carrillo
Puerto, el famoso José Esquivel Vargas, “Chak Meex”, recientemente, en sus
redes sociales rezume tranquilidad, buena digestión y optimismo a lo Vargas, a
pesar de que su gobierno municipal, considerado el más corrupto en décadas,
cuenta con un déficit pantagruélico en las finanzas, de que naufraga hacia el
encallamiento de la nómina, y aún a pesar de no haberse reelegido, y que su
partido, lo que queda del “gobierno del cambio” en Quintana Roo, entrega con
parsimonia la estafeta del gobierno municipal de Carrillo Puerto, por primera
vez, al partido Morena. Un partido Morena, hay que decir, que sufre de mimetismo con cruza del más fiero
pragmatismo camaleónico en Carrillo Puerto y en casi todo Quintana Roo.
El
Vargas de Carrillo Puerto, que lo mismo envía a Dubái a su prole, o contrata
una pollería para obra pública, nos manda doctas filosofías desde sus redes
sociales para mirar por encima a toda adversidad postcovidiana: “Todos nuestros
sueños pueden volverse realidad si tenemos el coraje de perseguirlos”. ¡Qué fantástico
lugar común donde abrevan estos personajes de la más obtusa clase política
quintanarroense! Pero esa filosofía es aparente, porque su verdadera vocación y
ética pública, todo carrilloportense lo sabe de sobra: “Hija, cuando lleguemos al poder
estará el bisne”, no se cansaba de repetir hace tres años a sus
incondicionales que lo secundaron hacia la presidencia de Carrillo Puerto. Y
claro que ahí estaba el, bisne, el bistecazo, el corte fino de la ganga, pues
el Chak Meex, desde que llegó al poder demostró su glotonería del presupuesto
que jineteaba como nuevo rico, dedicando a llenarse los bolsillos y repartiendo
las dádivas, canonjías y prebendas a la pandilla de sus incondicionales. Su
administración se ha caracterizado por no pagar en tiempo y forma a los simples
trabajadores del ayuntamiento de Carrillo Puerto. Por otro lado, y algo que no
se puede ocultar, es su evidente enriquecimiento. Las voces que circulan en
Carrillo Puerto, y en el Instagram
de sus vástagos, hablan de una “Esquivel
Beach House” en las playas límpidas de Mahahual, que sirve de esparcimiento
familiar. Recientemente, y debido al jineteo y los malos manejos de la
administración Chacmeexista, el SAT embargó 40 cuentas bancarias al
Ayuntamiento de Carrillo Puerto, dejando en la congeladora 41.5 millones de
pesos que fácil hubieran servido para pagar la nómina de los trabajadores.
Y
ayer precisamente, el aún presidente municipal de Carrillo Puerto, recibió a la
que será su sucesora, la morenista Mary
Hernández Solís, en su oficina del Palacio Municipal de Carrillo Puerto. Inmediatamente,
tres fotos aparecieron en las redes oficiales del presidente en funciones,
aunque luego se bajaría una donde con claridad se ve la más que empatía,
amistad y entendimiento que unen al presidente saliente con la presidenta
entrante. Mary Hernández hacía entrega del documento de solicitud para el
inicio de la entrega recepción. Para el Vargas fue un placer ser anfitrión de
Hernández Solís, y ésta, cuestionada a su salida de la reunión con el presidente
saliente, dio una respuesta rápida, y, a mi parecer, muy ambigua, poco
contundente a lo que los carrilloportenses reclaman contra el gobierno
“chacmeexista”: justicia, auditorías totales y transparentes, desmarque radical
del nuevo gobierno municipal de la sombra ominosa de todo lo que supura
“chacmeexismo”. Se restringió a decir que no habría “tapaderas” “ni alianzas
políticas durante el proceso de transición”, y que su gobierno sería “un
gobierno responsable” (es decir, lo que siempre dijo durante sus multitudinarios
mítines covitosos), para acto seguido tomarse la foto con varios adictos y
lustra botas que tal vez le herede, como aviadores de librea, el señor Vargas.
Si
Mary Hernández decía que no habría alianzas con “el pasado”, o como asegurara
el 18 de mayo pasado, en el debate del
IEQROO donde participó, que gobernará “sin pacto con los corruptos y contra
los delincuentes” porque está de la mano del “pueblo”; en el cotarro
carrilloportense, en los análisis cafeteros a plena vía pública, y en las
“benditas redes sociales”, había indicios de lo contrario: desde marzo de este
año, los carrilloportenses hablaban de las reuniones que sostenían Chak Meex y
otro ex presidente municipal, el
borgista Gabriel Carballo, con la morenista Mary Hernández. ¿Era Mary
Hernández la candidata del Chac Meex y Carballo?, o bien, ¿Mary Hernández se
sirvió de estos diplodocus de la era terciaria para el gane a como diera lugar?,
¿y la anuencia de este posible pacto venía también de más lejos, de una más que
hipotética alianza panista-morenista estatal para el control de Quintana Roo
del gobierno federal?, ¿en verdad había caído en desgracia de la 22 de enero el
Vargas de Carrillo Puerto, o el pacto ya estaba coordinado en las esferas más
altas del país?
Los
indicios de un aparente pacto fueron más claros a lo largo de la campaña, donde
las ostentosas, multitudinarias y reiteradas muestras de músculo político de la
candidata morenista, eran de un franco contraste a lo que predica la austeridad
republicana de la 4T: autos de lujos, llenos totales en canchas y domos,
acarreos a pesar de la contingencia sanitaria, plumas adictas escribiendo y
dando “me gusta” a todo, redes sociales a rebosar con la imagen de la candidata
guinda, que al final barrería con Perera Maldonado que, por supuesto, en su
contra jugó también no solo el hecho de que la habían dejado sola las
estructuras priístas que se les escurrían al puesto de enfrente, sino la marca
morena en ascenso y la marca priista en el infierno.
Otro
indicio que podemos señalar, es el dicho de que “los enemigos de mis enemigos
son mis amigos”: es un hecho que el Vargas de Carrillo no apoyaría, ni por
mandato divino, a la que le hizo sudar la gota gorda tres años atrás, Paoly
Perera, y más cuando a Chak Meex le habían quitado esa candidatura que ya veía
suya por la única opositora que tuvo a lo largo de su gobierno municipal: Paoly
Perera. ¿Quién en su sano juicio apoyaría a la piedrota en el zapato?
Los
indicios de que, efectivamente, había padrinos (no solo municipales, también
estatales y federales, y aquí entra en juego el apellido de Marín Mollinedo)
para que Maricarmen Hernández ganara con 19,537 votos (el 55.91% de los
emitidos), es decir, sacándole una ventaja indiscutible de casi veinte puntos a
Paoly Perera; se dieron en menos de diez días: los primeros indicios se dieron
en el debate del 18 de mayo de 2021, y los otros, con más contundencia, en una
fiesta donde Hernández acudiría a fines de ese mes. Abordémoslo en orden.
En
el debate, visto con calma casi tres meses después, podemos abstraernos de lo
que primeramente nos llama la atención: el distractor de la pugna, es decir,
los dimes y diretes entre Hernández y Perera, y las anécdotas vivenciales que
contaba el otro candidato. No hay mucho que analizar en el discurso acartonado
de ninguna de las candidatas, pero sí decir lo siguiente: que mientras Paoly
Perera, en teoría, siendo la candidata oficial del gobierno municipal de
Carrillo Puerto, se pasó la hora fustigando al Chak Meex y comentando los padrinazgos
de Hernández. Hernández se refirió solo en dos ocasiones del “PRIAN”, y nunca
confrontó, en ese debate, el pésimo gobierno chacmeexista, es más, ni siquiera
dijo el nombre de Chak Meex, era como si no conociera o no tuviera más ojos
para hablar en contra, sí, pero del trienio de Perera. Perera sostuvo, por el
contrario, que la candidata de Morena nunca fue oposición verdadera al gobierno
Chacmeexista, y dijo algo que la propia Hernández nunca desmintió, al
contrario, aceptó tácitamente la cantidad de dinero que ganaba y que Perera le
recordó. Transcribo esta parte del debate del 18 de mayo pasado:
Paoly Perera.-
“Candidata Maricarmen, hablas de cero
corrupción, ¿por qué siempre levantaste las manos a favor de las decisiones del
mal gobierno de Chak Meex, donde fuiste regidora en funciones?” [Saca un
documento Perera, al parecer, la nómina donde consta el sueldo de la candidata
guinda como regidora, y prosigue en su argumentación]. “Bueno, sí lo sé: ¡aquí
está tu sueldo de 123 mil pesos en este gobierno! Si eres congruente con los
principios de la 4T, hay un lema que dice que no puede haber gobierno rico
mientras el pueblo pobre. Debiste haberte bajo tu sueldo y las regalías que
recibiste a favor de esas aprobaciones que hiciste y que nunca denunciaste”.
Perera
insistió en hablar de los “padrinos” que financiaban la campaña de Hernández,
como “Gabriel Carballo y Rafael Chacón”. La candidata morenista, sin negar el
sueldazo que recibía y, sin querer, dándole doblemente la razón a los
argumentos de Perera (es decir, de no alzar la voz y ganar la friolera
precitada), se atrincheró en el lugar común: “Tampoco alzaste la voz. Mi único
padrino es el pueblo de Carrillo Puerto”. Paoly contra argumentaba: “La única
opositora al Chak Meex he sido yo”. Y aquí entraba el demonio del lenguaje para
el que sepa leer el mensaje:
Mary Hernández.-
“Mi sueldo lo decide el Ejecutivo
municipal [es decir, Chak Meex] y mi gente puede estar segura que yo he dado
cada uno de ese peso para recurso y apoyo de cada uno de ustedes…”
El
último indicio de que, efectivamente, el Chakmeexismo pactó su salida y, por
qué no, su camaleonismo hacia las nuevas aguas de Morena tropical, se dio diez
días posteriores al debate. Para celebrar el santo de su señora madre, el
presidente municipal de Carrillo Puerto
hizo una fiesta en grande,
importándole poco el covid. A esa fiesta acudiría la que ya se perfilaba como
segura ganadora de una elección que, al menos en Carrillo Puerto, tenía todos
los indicios de que había sido una elección de estado. En algunos portales
periodísticos de Carrillo Puerto, la noticia de esa reunión fue ampliamente
comentada, pero al final de una campaña donde se vio el camaleonismo, el
pragmatismo y los olores mefíticos que impregnaban a algunos candidatos de Morena
Quintana Roo, no tuvo mayor trascendencia entre un electorado que le importa,
al parecer, muy poco los puritanismos
políticos. Pero hay un video que ponemos a disposición del público de Noticaribe Peninsular, donde se hace
constar la más que estupenda relación entre el presidente saliente y la
presidenta entrante de Carrillo Puerto. Por eso podemos decir, que no esperen
gran cosa, porque el Chakmeexismo se pinta de guinda. Es decir, “Si queremos
que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.
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