Me vi en el espejo
y no encontré mi rostro sino el de mi padre.
Este blog continúa con mis temas centrales y mis obsesiones cotidianas que toqué en innumerables ocasiones en Desde la Península y las inmediaciones de mi hamaca. A saber, la historia de la Península de Yucatán, la literatura, el quehacer político y la ciencia política, mis acercamientos anfractuosos con la poesía y la narrativa, el rescate de las memorias y el olvido aparente de lugares y personas. De algún modo, es un intento de modificar la realidad mediante los ejercicios literarios.
La vieja fiebre y la secular obsesión de Occidente por piezas arqueológicas, documentos, tesoros de civilizaciones extravíadas en el tiempo,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario