A Menéndez se le tachó -con justa razón- de ser uno de los principales actores para lo que finalmente sucedió: la captura de Carrillo Puerto y su asesinato cruel, ocurrido el 3 de enero de 1924. Si uno revisa los ejemplares diarios de La Revista de Yucatán de diciembre de 1923, parece que el que daba caza y el que alertaba con sus corresponsales a los militares sobre el camino al exilio de Carrillo Puerto, era el mismo Carlos. R. Menéndez.
Menéndez fue mentor periodístico del motuleño, pero de su gobierno fue férreo opositor; desde su diario se defendió con uñas, garras y sobrada tinta de los sambenitos que se le quisieron endilgar, y se defendió más que bien, pero no cabe duda que un algo, o un mucho, tuvo que ver en la captura del sóviet yucateco.
La enemistad de don Carlos R. Menéndez con Carrillo Puerto, era de todos sabido. Recordemos cómo Menéndez, cuando subió al poder Carrillo Puerto, ni siquiera nombró al nuevo Gobernador hasta meses después, en que comenzó a escribir su nombre en su revista.
Un ejemplo de esta especie de caza periodística, del trayecto hacia el malogrado exilio de Carrillo Puerto presentado por Menéndez en su diario, es esta portada del periódico de Menéndez que inserto líneas arriba. Casi le grita al oído a Ricárdez Broca, que por El Cuyo podrían dar caza a don Felipe.
Cadáveres de Felipe Carrillo Puerto y Manuel Berzunza |
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