En los años terribles de la langosta
(principios de la década de 1940), la lejanía y condición de aislamiento del
Territorio de Quintana Roo, impidió que el gobierno de ese estado, presidido
por Gabriel R. Guevara, combatiera con rapidez a las mangas voraces de langosta
que surcaban toda la Península. Fueron años terribles que se puede indagar en
los archivos y en las memorias orales de la gente.
Lo interesante de este documento que
presento, es que un antiguo almirante, el tamaulipeco Othón Pompeyo Blanco Nuñez
de Cáceres (1868-1959), que las consejas croniqueras lo designan como fundador
de Chetumal en 1898, escribe una respuesta en 1941 que sería satisfactoria para
que el combate a la langosta en el viejo Territorio que conocía a la perfección
don Pompeyo, se realizara.
El fundador de Chetumal, recordemos,
fue parte de la armada porfiriana. Othon P. Blanco firmaría, en nombre de la
armada nacional vencida por los ejércitos revolucionarios, la segunda acta de
los Acuerdos de Teoloyucan, el 13 de agosto de 1914, sobre el guardafangos de
un automóvil frente al general de división Álvaro Obregón y el general de
brigada Lucio Blanco.
Othón Pompeyo Blanco, con el tiempo, regresaría
a prestar sus servicios a la armada que se crearía de las ruinas del estado
porfiriano.
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