Gaspar Maglah
Canul, Pedro Uc Be, José Natividad Ic Xec y Vicente Canché Moo, son algunos maestros actuales del idioma maya: ese orbe
civilizatorio de la lengua como receptáculo de la cultura que traspasa
fronteras y nos hace sentirnos orgullosos de la estirpe nuestra. Como maestros
del idioma construido por una civilización milenaria, ellos han dado su tiempo,
horas y dedicación para enseñar a los no maya hablantes por medio de todas las
vías posibles: desde la academia, la crónica, la poesía, las tecnologías de la
información (pienso en el sitio https://elchilambalam.com/)
y la música, han tenido como alumnos a los que han perdido el idioma por los
procesos castellanizantes ocurridos en el siglo XX,[1]
o a los que simplemente desean con todo su "óol”, su fuerza vital,
aprender el maya than. Existe un sin
fin de catálogos, de libros, de gramáticas, de estudios y vocabularios con los
que uno puede, y desde luego que debe si está interesado por las cosas de
Yucatán y la Península, aprender la lengua. Sin duda, el maya than tiene un
largo recorrido histórico que otras lenguas indígenas ya querrían: aquí, en el
Mayab, cada generación ha tenido sus escribas, sus recordadores profesionales,
sus maestros que, desde el primer momento de la conquista, comenzaron a
escribir con caracteres latinos su vieja lengua milenaria trasvasada a un nuevo
cuerpo escritural.
¿Cómo revitalizar la lengua y
la cultura maya? Yo planteé una respuesta para febrero de hace un año, en
Mérida, con el recuerdo de la recién desaparición física del poeta en lengua
maya, Isaac Carrillo Can, al cual conocí en la niñez y adolescencia: crear
escuelas municipales de lengua y cultura maya en todos los municipios de
Yucatán,[2]
sostuve, contribuiría a resarcir el daño ocasionado al vigor de la lengua maya
por las políticas educativas instauradas por el régimen revolucionario a partir
de las erradas enseñanzas eugenésicas sobre el mito del mestizaje vasconcelista.[3]
Desde luego que estas escuelas municipales tendrían que tener continuidad, debiendo
estar normatizadas sus funciones, en reglamentos y las leyes orgánicas
municipales de los tres estados de la Península. No debe ser asunto de voluntad
y fanfarria política.
La enseñanza del idioma, de la
cultura, se podría abordar por dos formas: con especialistas -estudiantes de
las interculturales como la UIMQRoo o la Universidad de Oriente- y con abuelos
de los pueblos que tengan la fuerza, la sabiduría y el conocimiento necesario
de las tradiciones, de la cultura y del habla cotidiana. Sin duda, esto se
reforzaría con los estudios históricos, etnohistóricos, etnográficos,
arqueológicos, escritos desde una academia comprometida con la lucha de los
pueblos para su descolonización.
Esa fue mi pequeña
contribución que defendí hace un año, los días 21 y 22 de febrero de 2018, en
el Congreso Peninsular para la Institucionalización de la Lengua Maya,
efectuado por el INALI. Invitado como investigador de la cultura maya, creo aún que esa propuesta, pequeña y modesta si se quiere, contribuiría en mucho
para los renuevos de las hojas del yaxché, serviría más para hacerles conocer,
a las nuevas generaciones de yucatecos y peninsulares (mayas y no mayas), la
importancia de un enorme legado histórico que se encuentra en el código lingüístico
de un idioma y cultura que ha resistido (véanlo sino en los linajes mayas, los
apellidos y las toponimias) todos los procesos de colonización que se ha
incoado en su contra. Con esa fuerza y resistencia del maya than, los municipios de la Península deben contribuir a la
revitalización, estructurando academias municipales para la enseñanza del idioma
y la cultura maya.
[1] Hace 100 años, la
lengua franca, en Yucatán, era el maya, lo hablaba desde un miembro de la Casta,
hasta un ch'aak xa'aan.
[3] Florinda Sosa Castilla
(2017). De la castellanización a la
mayanización. La mirada de una maestra rural de Quintana Roo. Tesis de
Maestría en Educación Intercultural. UIMQRoo, José María Morelos, Quintana Roo.
Hace unos 7 años por. Iniciativa propia y con recursos propios abrí mi escuela de maya en Halachó, de todos los que dijeron que irían, que era un buen proyecto ninguno apareció, solamente tuve 6 alumnos. A los 4 meses ya leian y escribían en maya y participaron en Mérida en microfono abierto en un evento que se hacia en plaza grande con mayahablantes. Al llegar a Mérida quise hacer lo mismo porque habia "muchos interesados" llegaron 5, 3 yucateco y 2 de guadalajara. Quizá por el poco o nulo interés de la población o por falta de políticas públicas eficientes, las escuelas de maya no son redituables. Pero seguimos al pie del cañon produciendo material para cuando alguien quiera y necesite.
ResponderEliminarLa verdad es que el idioma debe de inculcarse en todos los niveles. Saludos para todos los impulsores de la propuesta. Cuando gusten yo soy un Guerrero voluntario, diganme donde y cuando iniciamos. Saludos y bendiciones al esfuerzo
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